miércoles, 10 de junio de 2020

LOS VIROLOS.


     


Los virolos son de una delicadeza extraordinaria, y cualquier golpe puede romperlos.

     La Cafetería Virolo está en la Plaza de los Leones 4, al final de la Plaza de la Constitución. Mantienen el obrador en el lugar original, en la calle Gracia, donde nació allá por 1870. Seis generaciones han regido desde entonces su panadería y repostería que, aunque tiene otros dulces, son conocidas por la manera suya particular de hacer un hojaldre de masa casi transparente y fino cabello de ángel, que bañado en azúcar glas, se deshace en la boca con solo probarlo.

     Hace años Alfonso Sánchez decidió dejar el pan para centrarse en la producción de estos dulces. El cabello de ángel en el dulce es casi inapreciable, cosa que me agrada mucho, porque solamente notas que por dentro el hojaldre está muy jugoso y con un sutil sabor, pero sin que sobresalga.
     El hojaldre es un producto que me apasiona, y éste es de los más ligeros que conozco: está increíblemente bien ejecutado para disfrutar de la cantidad de capas que se forman en el horno.
     Encontrarás los virolos en otros locales, por ejemplo en la Casa del Aceite, y en otros sitios donde tienen sus cajas de docena para la venta. Incluso en Úbeda encontramos algunos locales que ofrecían los “auténticos” virolos.
     Realmente me parece un producto exquisito, con un solo problema: imposible tomarse solamente uno.

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