Todas las cosas y los seres vivos que ocupamos un espacio y tenemos una masa, estamos compuestos por átomos, moléculas e iones que son la materia. La materia existe en diversas formas, cada una con sus propias características. Existen tres estados principales en los que puede estar la materia, que son: el sólido, el líquido y el gaseoso.
En el estado sólido las partículas están comprimidas, por lo que se mueven poco. Esto significa que los objetos en estado sólido presentan una forma y un volumen definidos. Al estar las moléculas ya comprimidas, no puede reducirse su volúmen porque no pueden comprimirse más. Esto significa que cuando se fragmenta un sólido, se obtienen otros sólidos más pequeños.
Las características de los objetos en estado sólido son:
- Tienen forma y volumen constantes, aunque existen sólidos maleables, como por ejemplo la arcilla, que pueden cambiar de forma.
- No es posible reducir su volumen sometiéndolos a presión.
- Se dilatan (aumentan su volumen con el calor) y se contraen (disminuyen su volumen cuando se enfrían).
Algunos ejemplos de sólidos: la madera, las piedras, los huesos.
En el estado líquido las partículas que forman la materia están unidas entre sí, pero la fuerza de atracción que las une es mucho más débil y menos ordenada que en los sólidos. Por este motivo las partículas se mueven, chocan entre sí, vibran y se deslizan unas sobre otras. La consecuencia es que los líquidos no tienen una forma definida, sino que adquieren la forma del envase que los contiene.
Propiedades:
- No tienen forma, pero sí volumen.
- Adoptan la forma del recipiente que los contiene.
- Fluyen fácilmente si no están contenidos en un recipiente. Por eso, junto con los gases, reciben el nombre de fluidos.
- Se dilatan y contraen al calentarse y enfriarse, al igual que los sólidos.
Algunos ejemplos de líquidos: el agua, el mercurio, la sangre.
En los gases las partículas se encuentran dispersas y alejadas entre sí, tanto que apenas pueden mantenerse unidas. La fuerza de atracción entre ellas es muy débil, por lo que se encuentran desordenadas, responden poco a la fuerza de gravedad y por ello ocupan un volumen mayor que líquidos y sólidos, porque las partículas tienden a expandirse hasta ocupar la totalidad del espacio en el que están contenidas.
Propiedades:
- No tienen forma ni volumen constantes.
- Experimentan una gran variación de volumen cuando cambian las condiciones de temperatura y presión.
- Adquieren la forma y el volumen del espacio en el que están contenidos.
- Se pueden comprimir fácilmente.
- Tienden a mezclarse con otras sustancias gaseosas, líquidas e incluso sólidas.
- Se dilatan y contraen como los sólidos y los líquidos.
Algunos ejemplos de sustancias gaseosas: aire, nitrógeno, helio.
En el estado líquido las partículas que forman la materia están unidas entre sí, pero la fuerza de atracción que las une es mucho más débil y menos ordenada que en los sólidos. Por este motivo las partículas se mueven, chocan entre sí, vibran y se deslizan unas sobre otras. La consecuencia es que los líquidos no tienen una forma definida, sino que adquieren la forma del envase que los contiene.
Propiedades:
- No tienen forma, pero sí volumen.
- Adoptan la forma del recipiente que los contiene.
- Fluyen fácilmente si no están contenidos en un recipiente. Por eso, junto con los gases, reciben el nombre de fluidos.
- Se dilatan y contraen al calentarse y enfriarse, al igual que los sólidos.
Algunos ejemplos de líquidos: el agua, el mercurio, la sangre.
En los gases las partículas se encuentran dispersas y alejadas entre sí, tanto que apenas pueden mantenerse unidas. La fuerza de atracción entre ellas es muy débil, por lo que se encuentran desordenadas, responden poco a la fuerza de gravedad y por ello ocupan un volumen mayor que líquidos y sólidos, porque las partículas tienden a expandirse hasta ocupar la totalidad del espacio en el que están contenidas.
Propiedades:
- No tienen forma ni volumen constantes.
- Experimentan una gran variación de volumen cuando cambian las condiciones de temperatura y presión.
- Adquieren la forma y el volumen del espacio en el que están contenidos.
- Se pueden comprimir fácilmente.
- Tienden a mezclarse con otras sustancias gaseosas, líquidas e incluso sólidas.
- Se dilatan y contraen como los sólidos y los líquidos.
Algunos ejemplos de sustancias gaseosas: aire, nitrógeno, helio.
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